Cómo aplicar la teoría del color en la pintura sin morir en el intento

La teoría del color es una de las bases de la pintura. Por muchísimo tiempo los artistas iban a la naturaleza, probaban y probaban para crear colores. Por fortuna, nosotros podemos pintar muy bien con lo que nos enseña la teoría del color

El AB, y quizá C, de la teoría del color

Aunque a primera vista la luz parece blanca, la realidad es otra. La teoría del color enseña que la luz se compone de “ondas” que entran por los ojos y que el cerebro interpreta como colores. Estos poseen diferentes cualidades como la luminosidad, la temperatura y el tono.

Más blanco o más negro

La luminosidad hace referencia a cómo los colores se hacen más claros o más oscuros, (Muñoz, 2013, p.87). Pero para lograr colores más claros u obscuros existen más técnicas para lograrlo que tan solo aplicar blanco o negro. Así, por ejemplo, si vas a pintar como un experto y quieres llegar a unos tonos más claros, puedes ir aclarando con colores de la misma familia: un naranja con un poco de amarillo sin necesidad de blanco. Si de oscurecer se trata, se puede emplear el azul o colores de la misma gama más oscuros sin necesidad de negro. Pero de igual forma, puedes usar negro o blanco, solo que tendrás mejores resultados de la primera forma.

Colores y más colores en la teoría del color

Los colores se dividen en: primarios, secundarios y terciarios. Los primarios, son la base para crear los demás, porque no se obtienen por ninguna combinación. Son: amarillo, azul y rojo. La teoría del color señala, que para pintar basta con tener pinturas de los colores primarios, y blanco y negro, todo es cuestión de saber cómo mezclarlos para poder llegar a tener más de 5.000 colores más.

La combinación de dos colores primarios produce los secundarios: verde, morado y naranja. Para dar intensidad, se agrega un poco más de uno de los colores base. ¿Queremos colores más tenues? Nuestro aliado será el blanco.

Los colores terciarios, se consiguen mezclando los primarios en diferentes cantidades o con colores complementarios. Al igual que con los secundarios, la modificación se logra añadiendo más de los colores base o del blanco o negro.

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Significados de los colores

Los colores pueden decir quiénes somos y qué sentimos al escogerlos con cuidado. Para ayudarnos en nuestra elección, se han agrupado en dos grandes categorías: cálidos y fríos. Por ejemplo, los colores cálidos, amarillos y rojos  transmiten energía y vitalidad. Con ellos, puedes comunicar alegría y también pasión. Los azules y verdes son colores fríos y tranquilizan. Su escogencia te permite expresar ambientes en calma.

Para notar que los colores cálidos y los fríos transmiten diferentes emociones, puedes pintar mandalas con un diseño similar; uno con colores cálidos, otro con fríos. Mira el resultado. ¿Sientes lo mismo?

Si has observado un círculo cromático, notarás que hay colores enfrente uno del otro.  Basta trazar una línea recta para encontrarlos: son los colores complementarios. Para transmitir énfasis o dramatismo, basta emplearlos juntos.

Cuando el ser humano pinta, el color le permite comunicar diferentes ambientes y sensaciones.  Puedes hablar de cómo ves el mundo y cómo te sientes, con tan solo usar la teoría del color. ¿Qué esperas para expresarte?

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